domingo, 6 de mayo de 2012

Enttäuschung ~ Decepción

En la mañana, cuando desperté, el sol brillaba muy fuerte, y apuntaba directo hacia mi ventana... Ese maldito demonio amarillo anunciaba que no acontecerían cosas muy agradables dentro de los parámetros de mi miserable vida el día de hoy.  Tan pronto me senté, me encontré de frente con la cara de mi padre, quien me decía muy fuerte: "Son más de las 10 de la mañana!! Levántate ya!!".

Tomé un papelito adhesivo y un esfero de un cajón de mi mesa de noche. Escribí en él "No olvides poner seguro a la puerta cuando te vayas a dormir" y lo pegué en la cabecera de mi cama. Caminé hasta la ventana y allí estaba el demonio amarillo, mirándome odiosamente, rodeado de un horrible cielo azul, totalmente despejado, lo cual me decepcionó, pues aquí en Colombia estamos en medio de la temporada de lluvias (y mucha gente, no muy lejos de aquí, pierde su hogar debido a las inundaciones pero no me importa). Dejé las cortinas cerradas y me fuí. Bajé las escaleras y Kirara (mi gata) se paseó entre mis piernas. Tomé una ducha rápida, volví a mi habitación y me puse un vestido negro, con medias largas  a rayas y zapatos negros. El abrigo y las botas no harían falta. 

Al desayuno, mi madre me dio pan con jamón y chocolate... Tomé un poco del chocolate y el resto se lo dí discretamente a mi hermanito menor, comí el jamón y la mitad del pan. Me levanté y volví a mirar el cielo, esta vez desde la ventana de la sala. Habían pequeños "cirroestratos", y de resto, todo era azul. Esperaba poder pasearme un rato bajo la lluvia, con mi sombrilla negra, pero no sería posible. El demonio amarillo me haría pasar un mal rato. 

Miré a Eliethe (mi piano) pero no sentí ganas de tocarlo. Subí a mi habitación y cerré la puerta. Prendí el computador, aunque esa idea tampoco me animaba. Al cabo de un rato, mi padre golpeó la puerta y me dijo que saldría con mi madre a comprar algunas cosas. Como media hora después comenzó a oler a comida quemada (porque mi madre no me informó que dejaría cosas puestas en la estufa) y tuve que bajar a tratar de arreglarla para que no se notara mi descuido...

Vuelvo a mirar mi piano y no sé que hacer.... Veo a Ciel (mi violín) y no sé que hacer. Podría leer, escribir, dibujar, hacer mis cosas de la universidad (debo leer un artículo para mañana, en inglés, y no he mirado siquiera de qué trata) y aún así no hallo qué hacer. No es un buen día. No para mí.

Mejor, terminaré esta entrada y pasaré el resto del día haciendo "nada"... Y para qué narrar el resto del día? Para qué esforzarme por lo que vendrá? Si sé que concluirá en lo mismo: Nada.






Y como un adicional... Les presento a Kirara ~

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